martes, 29 de diciembre de 2009

La vida que ellos vivieron

Finaliza el 2009 y es el momento en el que los dominicales repasan los hechos acaecidos a lo largo del año. El Magazine de El Mundo hace un balance de las diferentes personas que nos han dejado estos últimos meses y, conforme paso las páginas, descubro algunas que de una manera u otra me han acompañado en algún período de mi vida.

La portada la reservan a Michael Jackson, del que nunca olvidaré aquel fin de año que nos sorprendió a todos con el vídeo de Thriller. En su lugar yo hubiera colocado a mi admirado VICENTE FERRER. No había entrevista en la TV, radio o prensa escrita que no hiciera que me detuviese a escucharle con auténtica devoción. Su revolución silenciosa basada en el amor a los demás debería ser estudiada con detenimiento en los colegios, en estos momentos de guerras de crucifijos, alianzas de civilizaciones y de jóvenes acomodados que son capaces de suicidarse para asesinar a cientos de inocentes en nombre de su religión.

La importancia del "ni está ni se le espera" de Sabino Fernández Campos sólo la conocen nuestros padres, que por momentos temieron que los fantasmas del pasado arruinaran las ilusiones de vivir en una democracia.

¿Qué decir de José Luis López Vázquez? Yo era muy pequeño cuando emitieron la cabina, pero aquellos cuarenta minutos de angustia que sufrió este buen hombre dendro de la "gabina" de Telefónica hizo que la mayoría de los españolitos, niños y adultos, pusiéramos el pie para que no se cerrase la puerta del habitáculo cada vez que poníamos una conferencia. Imposible olvidar su magistral papel de padrino (a la altura del padrino de Brando) en La Gran Familia o de bancario en Atraco a las tres.

Otro que se fue, Antonio Vega, Ese Chico Triste y Solitario (Polygram, 1993), al que ya hace más de 15 años le hicieron su primer disco homenaje sus compañeros de profesión. Debo reconocer que con el paso de los años ha crecido mi admiración hacia él como letrista e intérprete. Sus canciones siguen tan vivas como antes y es rara la recopilación para el coche o para el hilo musical de STRASS que no incluye alguno de sus temas.

Curioso que me tenga que enterar de esta forma que el francés Albert Barillé fuera el productor y guionista de las series de dibujos animados Érase una vez... el hombre, el espacio, el cuerpo humano,... series que me acompañaron más de una tarde de sábado mientras merendilleaba mis galletas Mayuca de Reglero, de Don José Reglero, y le pongo el Don porque este zamorano fue uno de los culpables de que me criase tan sano y lustroso.

Otro culpable, Daniel Carasso, de origen griego y afincado en París, convirtió un pequeño negocio de "goyures" en una multinacional a la que pondría el nombre del apelativo familiar de su padre, Danon-e. En mi casa no comíamos yogures, tomábamos danones.

Y muchos más nos dejaron, como Francisco Ayala al que, parafraseando a Sofía Mazagatos, "me encanta como escribe, no he leído nada de él, pero le sigo"; Oscar G. Mayer, el de las salchichas; Karl Malden, el secundario de lujo con la nariz porreta, que se parecía a una vecina de la calle Martín Cansado; el economista Samuelson; Mondadori, el de los libros;... y, como no recordar a Andrés Montes, ¡cómo le vamos a echar de menos en el próximo mundial de baloncesto! Qué tiempos aquellos de las madrugadas de los viernes, con Daimiel, en aquel plató oscuro, retransmitiendo los partidos de la NBA o sus equivocaciones en los partidos de fútbol de la Sexta haciendo que olvidásemos el fallo de Salinas en el Mundial de 1994 o la época junto a García y aquellos partidos a pie de pista con los Fernando Martín (sin duda, junto a Pau, el más grande, del que se han cumplido 20 años de su muerte), Epi, Iturriaga, Corbalán,...

Lo normal en estos casos sería terminar con un "descansen en paz", pero me gusta más el "¡porque la vida puede ser maravillosa!".


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