lunes, 29 de septiembre de 2008

Una tarde de domingo rara

El día amaneció gris en Badajoz, gris cemento diría yo, con un viento muy sospechoso que hacía pensar que en cualquier momento comenzaría a llover. Muchos coches aparcados donde yo vivo, más de los que hay un domingo cualquiera, se conoce que porque era el último día del Almossassa, la fiesta que se celebra con motivo de la fundación de la ciudad por los árabes y que es una excusa perfecta para pasar el fin de semana en el recuperado Casco Antiguo, de cañas con los amigos, pero a la salud de los antepasados.

Así que, después del paseo matutino con Yako y de comprar el periódico, todo hacía presagiar que sería mi última salida del día. Y así fue, pues hay domingos que apetece estar en casa y hacer cosas que durante la semana no tienes tiempo como, por ejemplo, leer, escribir, escuchar música, planchar, ¿planchar?, sí, planchar, ¡qué remedio!, sin duda, una de las actividades más aburridas que existen, sobre todo en invierno, al pasar de los polos de manga corta a las camisas de manga larga.

Lo único bueno de planchar es que puedes levantar la vista cada vez que hay algo interesante en la tele, como ayer sucedió con el Gran Premio de Singapur de F1. Primero, el previo, con Lobezno (o Lobato, el "calvo de Tele5") y De la Rosa mostrándonos el circuito. Y, después, la carrera, en la que Alonso partía de la posición 15 y sin apenas posibilidades de hacer algo interesante.

Y resultó que por obra y gracia del porrazo de Nelsinho Piquet o porque ayer era San Judas, Alonso se puso primero y mantuvo la posición hasta el final, en una carrera emocionante por lo peligroso del circuito y por la poca fiabilidad del Renault.

Eran las cuatro de la tarde y Alonso cruzaba primero la meta. ¡Ya era hora que le sonriese la fortuna esta temporada!, porque después de los éxitos de Nadal, de la Selección, de Pau y compañía, de Sastre, Contador, de las niñas de sincronizada,..., ya tocaba que nos llevásemos una alegría con Fernando.

Y después de Alonso, con el cielo gris en horario siestero, qué mejor que ver un peliculón, y no me refiero a los telefilmes de Antena3 basados en hechos reales: la de los vecinos excesivamente cariñosos que terminan asesinando a los que acaban de llegar, o la de la niñera cariñosa con el marido que putea a la esposa, o la de la que se casa con el novio (a vista de todos, menos de ella, un psicópata de cuidado) y se van a vivir a una cabaña aislada junto a un lago,..., me refiero a LA VIDA DE LOS OTROS.

Hacía tiempo que no veía una película tan redonda, tan perfecta, en el sentido que desde que empieza hasta que termina permaneces pendiente de la pantalla, para no perderte ningún detalle. La historia es preciosa, es mucho más que una película sobre el espionaje de la Stasi ("escudo y espada del Partido Comunista"). La fotografía, tan gris como el período que vivían en la antigua Alemania (y como el día ayer en Badajoz) y un final maravilloso, ni de los que te dejan mal cuerpo ni de los ñoños que hacen que te preguntes si han merecido la pena las dos horas delante de la tele.

Pues sí, muy recomendable. Además, cuando mencionan que cae el muro de Berlín en noviembre del 89, recordé que unos meses más tarde un grupo de seis jóvenes extremeños mochileros parábamos en Berlín camino de Praga, donde descubrimos una ciudad preciosa, pero de color gris, por el momento que todavía estaban viviendo, con escasez de alimentos, ropa como la que visten los personajes de la película, bares austeros, fríos y baratos, como donde se reúne el protagonista con la actriz, coches espartanos y "plasticosos" como el Trabant, con el que tenemos alguna foto, y una cerveza tan buena como para haber pasado el resto de los días junto a alguno de aquellos barriles.

También me viene el recuerdo de los trenes con asientos de madera, del revisor gordo de aspecto marcial que intentó sacarnos unos marcos por la cara, de los policías que en la estación checa intentaban hacer lo mismo con todos los turistas que íbamos llegando o de los taxistas que sólo hablaban checo y tenías que negociar por señas cuánto nos iban a cobrar por la carrera hasta el apartamento que alquilamos, que ahora no sabría situar en el plano y que no podía tener una decoración más del Este. Todavía no habían llegado ni Zara ni Ikea.

¿De qué estaba hablando? Ah, sí, de la película LA VIDA DE LOS OTROS, peliculón.




http://www.boston.com/bigpicture/2008/09/the_singapore_grand_prix.html






domingo, 28 de septiembre de 2008

Paul Newman

Ayer falleció Paul Newman. Hoy todos los periódicos incluyen especiales sobre su vida y su carrera cinematográfica.


Yo solo puedo decir que le hemos tenido en casa muchas horas, he visto muchas de sus películas y, ahora mismo, no recuerdo ninguna que me aburriese o no me gustase. Desde La leyenda del indomable a El Golpe, pasando por Dos hombres y un destino, El Premio, Cortina rasgada, El castañazo o la más reciente Camino a la perdición, donda borda el papel, como siempre, junto a Tom Hanks, de todas guardo un grato recuerdo.


Pues nada, lo que se suele decir en estos casos, que se va la persona pero siempre nos quedará el actor, en este caso, uno de los mejores, sin duda.






Y una escena ya clásica, genial haciendo el bobo en la bici y la cara que pone cuando mira al toro.


sábado, 27 de septiembre de 2008

Extraños en un tren (II)

Puertollano, Puertollano, Puertollano, ¿es que no conocían otra palabra que no fuera Puertollano? Calculaba unas dos horas desde que salimos de Chamartín y el término que más había escuchado era Puertollano.

Por alguna extraña razón me encontraba sentado frente a los miembros de una familia que, por deducción, suponía que eran de Puertollano. Es más, el pajarillo que les acompañaba y que no me quitaba la mirada de encima desde su jaula dorada, también debía ser de Puertollano.

- ¿Y usted de dónde es?, me preguntó el cabeza de familia ante la atenta mirada del resto, incluido el pájaro.

- Yo, extremeño. Tampoco me apetecía dar muchas explicaciones, tenía pocas ganas de hablar.

- Pues nosotros, de Puertollano, nos bajamos antes que usted. ¿Conoce Puertollano?

- No, no he tenido oportunidad.

Mientras contestaba, con los cinco pares de ojos clavados en los míos, pensaba que había dicho que se bajaban antes que yo, lo que era imposible, porque íbamos hacia el norte y, según mis cálculos, estaríamos llegando a Burgos.

- Pues en Puertollano tenemos de todo y se vive más tranquilo que en Madrid, continuó el padre.

Ahora asentí y esbocé media sonrisa, desviando de nuevo la mirada hacia el periódico, intentando cortar la conversación y aclarar una situación tan absurda.

- Y hay menos negros, insistió la señora, mientras abría a dentelladas una bolsa de pipas sabor tijuana, que rápidamente perfumaron el compartimento.

Supongo que el traqueteo del tren, unido al olor "tijuana", al ruido de los acelerones que daba Hamilton en su McLaren en la PSP del gordito de la familia y a las horas que llevaba en pie, hicieron que mis párpados fueran cediendo y cerrando mis ojos. Eso sí, antes de que se desconectaran mis oídos pude escuchar a la señora decir: "¡ya sabía yo que éste no llegaba a Puertollano!".

viernes, 26 de septiembre de 2008

My tribute to LLUVIA PEREZ

Hace tiempo que no sé nada de Lluvia Pérez, joven directora y guionista de cortos con mucha proyección internacional, con una larga y prometedora carrera donde da rienda suelta a su frescura, a su vitalidad y a su exquisito gusto por lo estético. Creo que ahora está en un nuevo proyecto con Najwa Nimri y Bebe.

No sé por qué, recordando a Lluvia se me ha venido a la mente el impactante vídeo de "La he liao parda".








jueves, 25 de septiembre de 2008

Extraños en un tren (I)

Era lunes y, como todos los lunes, el alma me pesaba ahí mismo, abajo del saquito de los cojones. Madrid era un puto caos y el tiempo se me escapaba en cada semáforo, en cada parking, en cada desplazamiento. Todos los lunes me prometía que sería la última semana que haría el recorrido en coche, pero todos los lunes incumplía mi promesa.

Hoy la agenda estaba repleta de anotaciones y después de reirle las gracias al impresentable de mi jefe, tenía que pasar por casa y preparar la maleta para el viaje que esa misma tarde tendría que emprender camino de París.

La historia se repetía cada tres meses, unas veces en avión, otras en tren. Esta vez viajaría de la mano de la RENFE, en el Francisco de Goya, tren que ya podría denominarse "de época" y que era ligeramente más moderno que los que puedes encontrar en alguna novela de Agatha Christie. Mi billete era de Gran Clase, por lo que tenía un compartimento para mí solo, con baño incluido, con lo que evitaba la desagradable experiencia de buscar el WC en el extremo de cada vagón.

Habían transcurridos más de 15 años desde que viajé por primera vez en este tren y, la verdad, poco o nada ha cambiado, aparte de que la primera vez lo hice en un compartimento de cuatro literas con tres amigos y cuatro mochilas y esta vez lo hacía sólo, en primera clase y con la cena y el desayuno incluidos.

Las siete de la tarde y aquello comienza a moverse, saltando de una vía a otra lentamente, intentando escaparse de Madrid. Me gusta salir al pasillo, apoyarme en la ventana y observar el entramado de vías y las caras de los que se quedan en tierra. La velocidad aumenta, directamente proporcional al ruido y a las vibraciones del tren.

Empiezo a respirar, me alejo de Madrid, me acerco a París.

Trece horas y media y estaré entrando en París. Trece horas y media para mí, para leer El País, intacto desde que lo compré esta mañana; para actualizar el iPod; para vaciar la memoria de la Nikon (París bien vale una Nikon); para descubrir el contenido del neceser de Gran Clase (quince años después, la misma pastilla de jabón y la misma pasta de dientes); para verme reflejado en las ventanas del vagón-bar-restaurante, apoyado en la diminuta barra y refrescándome con una cerveza de lata; para observar al resto de viajeros, a los uniformados de la RENFE y, sobre todo, para disfrutar de ese silencio de este ruidoso tren tan difícil de obtener en mi rutinaria vida madrileña.

Ese es el motivo de viajar en tren toda una noche, cuando en avión estaría en un par de horas. Además, me bajo en la Gare d'Austerlitz, que sigo pronunciando como la primera vez que estuve ("gare de austerlich", como suena leído en castellano), cuando "aterricé" con 21 años acompañado por mi amigo Rafa, un par de mochilas, varios kilos de conservas, mucha ilusión, muy pocos francos (quiero recordar que un franco eran veintitantas pesetas) y una tarjeta Inter-Rail válida para los próximos treinta días.

Me gusta la liturgia de que te preparen el compartimento, te hagan la cama, te pregunten a qué hora quiere usted cenar o que te despiertes por la mañana acercándote a París y, después de tu ducha diaria en medio metro cuadrado, te apresures a dar cuenta de un buen desayuno.

Ahora, mientras escribo, recuerdo esas sensaciones únicas, esos olores tan característicos de los pasilos enmoquetados, de las tostadas, del café y ese ruido y traqueteo del tren cuando pasas de un vagón a otro.

to be continue

Nota del autor: las primera frase, leerla con la voz en off de Luis Tosar, copiada literalmente de la Flaqueza del bolchevique. El resto, con la mía, que para eso escribo y protagonizo el corto.

martes, 23 de septiembre de 2008

De galletas Mayuca, Manu Chao y el Palentino

Hoy hace una noche perfecta en Badajoz, así que aprovechando que he llegado a las nueve a casa, me he puesto las zapatillas, la equipación, he cogido el iPod y me he ido una horita a andar/correr por la orilla del Guadiana (hoy, 20 minutos corriendo, no me lo creo).

Empezó sonando la Mala Rodríguez y su "Tiempo pa pensá", muy apropiado. Hoy tocaba la M, así que siguió Manolo García (uno es manolero desde Los Burros), Marlango, Miguel Bosé "Papito" y Leonor (piel transparente) Waitling, Miranda y Julieta Venegas, Nawja Jean (imposible pronunciarlo), que la he escuchado dos veces porque me encanta esta tía y esta canción, Nena Daconte, Niña Pastori (uf, me cae gorda, pero esta versión de "Contigo" de Sabina la borda), Ojos de Brujo y he llegado a casa con la "P" de Princesas-Manu Chao y su "Me llaman Calle", ¡viva Candela Peña!

¿Y qué tienen que ver las galletas Mayuca?

Porque la mía mamma me bajó esta mañana a la tienda un paquetito de estas galletas de mi infancia y cuando llegué esta tarde a casa para sacar a Yako, piqué y me "jinqué" 5 de un tirón. Luego, sentimiento de culpa, ¿pues no que estabas cortándote con la comida para la boda del día 4?

Pero es que las Mayucas de Reglero no son unas chiquilines cualquiera, son mucho más, además son difíciles de conseguir y, como he dicho, ayudaron a que me convirtiera en este buen mozo que soy. Ya estoy deseando que llegue mañana para desayunarlas, como hice tantos años hace ya unos cuantos.

¿Y el Palentino?

Pues este bar lo llevaba anotado cuando fuimos a Madrid hace unos días, junto al Pez Gordo y otros, y no pensaba que era tan conocido y que fuese a él gente tan especial. Ahora me pongo a buscar en youtube el video de Manu Chao de "Me llaman Calle" y lo primero que veo es el cartel de El Palentino, de Malasaña. Por lo visto se rodó ahí el video. ¡Casualidades de la vida!










sábado, 20 de septiembre de 2008

¡Niñata de mierda!

Ayer fuimos al cine, nos invitó mi hermana bloguera Geli. Ella sacó las entradas y yo pedí las cervecitas y los kebab, que estaban bastante buenos.

La peli, "Vicky, Christina, Barcelona", de Woody Allen, con Scarlett Johansson, Rebecca Hall, Javier Bardem y Penélope Cruz.

La película empieza cuando aparece en escena Bardem, al que el doblaje no le hace ningún bien. Hasta entonces, un mini documental de Barcelona como pago al que ha puesto el dinero, Jaume Roures-Mediapro, lo mismo que la mención al Master en Identidad Catalana (?) que está haciendo Vicky.

El momento sublime, cuando aparece en escena Penélope Cruz. ¡Qué bien le queda esa imagen de morena sacada de alguna película italiana! Borda el papel, como la Raimunda de Volver y el "¡niñata de mierda!" que le grita a Scarlett, genial.

Hoy decía Elvira Lindo en El País, "que los cuadros que saca en la película están en la línea de los cuadros abstractos que dibujaba Ibañez en sus mortadelos; los artistas beben vino, tienen casas cojonudas y hacen un trío con Scarlett Johansson. Y encima dicen que están atormentados".

¿Me gustó? Pues sí, me gustó, para nada se me hizo larga, aunque reconozco que al principio pensé que iba a ser una historia ligerita y superficial, tipo Scoop, y salí pensando todo lo contrario. Me impresionó lo guapa que sale Scarlett en un par de primeros planos (creo que Woody sigue enamorado de ella) y me gustó que Penélope pasara por encima de todos desde que apareció en pantalla. Además, el dichoso doblaje en Pe estaba más conseguido. También me gustó la camiseta de Bardem, llena de manchas de pintura de todos los colores, que ni el mismo Custo la hubiese imaginado así de chula.

Y me sorprendió mucho Rebecca Hall, la antítesis de Scarlett, que ya la había visto en The Prestige, a la que le tocó bailar con la más fea, ya que después de una cita con Bardem, se pasa el resto de la película pasándolo mal, todo el día pensando qué decisión tomar.

Al final, Allen, experto en esto de las relaciones, nos demuestra que tomemos la decisión que tomemos, siempre nos quedará la duda de si hemos hecho lo correcto, duda que nunca podremos quitarnos y decisión que nos acompañará el resto de nuestra vida.

Quizá a todos nos gustaría otro final, porque seguro que nadie quería que muriese Tom Hanks después de lo que pasó para encontrar al Soldado Ryan, o que el Sr. Wilson se perdiese en la inmensidad del océano después de estar toda la película con el Naufrago, o que María Valverde muriese frente al bolchevique Tosar, o que Bill Murray decidiera marcharse de Tokyo y dejar allí a la buena de Charlotte Johansson (Geli, aquí tampoco tiene trabajo conocido la Scarlett), o que el guapo del anuncio de Hugo Boss se cargase a la vecina de Scarlett en Match Point (y a ella misma), o que a Candela Peña no se le apareciese el príncipe de ojos azules que una Princesa como ella se merecía, o..., pero no todas las películas terminan como Amelie, de paquete feliz en la moto del novio correteando por calles de Montmartre.

















AINNNNSSSSSSSSSSSS!!!

jueves, 18 de septiembre de 2008

Papito

Esta noche actúa Miguel Bosé en Cáceres, así que mi Manu, Isa, Paqui y Ana se han ido para allá a ver el concierto (con entradas VIP), dejando a sus parejas solas en casa, prácticamente abandonadas. Además, creo que también iban a quedar con María José, una divorciada, como Letizia. ¡Una divorciada!

Así que esta vez, al contrario que cuando fuimos a ver a LaMari de Chambao, que parecía Mr. Big y las cuatro de Sexo en Nueva York, yo me he quedado solo en casa, como un Makaulin Culkín cualquiera, con la única protección y compañía de Yako, todo un schnauzer... miniatura, aunque con mucho carácter.

Como estaba un poco desganado, no me apetecía prepararme nada de cena, así que me encaminé al frigo en busca de un tomatito y un poquito de queso, para matar el gusanillo. Ah! Y una Cola Zero, que hay que mantener este tipazo que Dios me ha dado.

Pues eso, algo rápido e informal (adjunto vista general, detalle de la Coca Cola Zero y del postrecillo):





Lo que pasa es que una vez que te metes en la cocina tampoco cuesta cortar un poco de lomito, para acompañar el tomate, y preparar un postrecillo, para que no sea siempre ese triste yogurt bio que te ayuda en el tránsito. Así que quién no tiene en el frigo un trocito de tarta de queso o un brownie o un bote de nata o sirope de caramelo o sirope de chocolate o mermelada de frambuesa de la Vieja Fábrica o una galleta Mikado que le da rollo zen, por la inclinación.

Pues eso, una cenita para pasar el rato.

Aquí Makaulin Culkin:






Y el Papito cincuentón:





martes, 16 de septiembre de 2008

Me estás atrapando otra vez

Sin duda, una de las canciones que más he escuchado y más he cantado en el coche, solo o a dúo con Calamaro, con Ariel Rot e incluso con éste y Carlos Tarque (M Clan) en una versión insuperable. Que recuerde ya la cantaba cuando a diario regresaba del trabajo en Fregenal de la Sierra, ahí a pulmón libre, total, iba solo por la carretera; también en algún viaje a Alicante o Almería y en uno muy bonito a Combarro (Pontevedra) donde nos llovió, como al bueno de Forrest en la guerra de Vietnan, hasta de abajo a arriba.

"Me estás atrapando otra vez"

Me despierto pensando si hoy te voy a ver,
pero es inútil negarlo: tu me estás atrapando otra vez.
Eres un ángel maldito, eres la dama más cruel.
Un arma de doble filo: contigo sólo puedo perder,
tu me estás atrapando otra vez.
Y aunque alguien me advirtió, nunca dije que no,
y ahora tengo que esconder las heridas.
Y ese pulso que juegué, porque quise lo perdí,
Nunca me podré alejar de tí!

Te extraño cuando llega la noche
pero te odio de día,
después me subo a tu coche
y dejo pasar la vida.
Debería dejarte,
Irme lejos, no volver.
Pero es inútil negarlo: Tú me estás atrapando otra vez,
contigo sólo puedo perder.
Y aunque alguien me advirtió, nunca dije que no,
y ahora tengo que esconder las heridas.
Y ese pulso que juegué, porque quise lo perdí,
Nunca me podré alejar de tí!


Y esta, de propina:



Nena Daconte

El pasado viernes leí en El País una entrevista a Nena Daconte donde contaban cómo habían grabado este disco, en medio de su ruptura como pareja. Y para muestra, un botón. (La verdad es que la canción no puede ser más pegadiza, la he escuchado mientras tomaba un café rápido y ya la tengo ahí metida para toda la mañana).

"TENIA TANTO QUE DARTE"

Prometo guardarte en el fondo de mi corazón
prometo acordarme siempre de aquel raro diciembre
prometo encender en tu día especial una vela
y soplarla por ti, prometo no olvidarlo nunca.

Tenía tanto que darte tantas cosas que contarte
tenía tanto amor guardado para ti ,
tenía tanto que darte tantas cosas que contarte
tenía tanto amor guardado para ti.

Camino despacio pensando volver hacia atrás
recuerdo en la vida las cosas suceden sin más
aún pregunto que parte de tu desafino se quedó conmigo
pregunto que parte se quedó por el camino.

Tenía tanto que darte tantas cosas que contarte
tenía tanto amor guardado para ti,
tenía tanto que darte tantas cosas que contarte
tenía tanto amor guardado para ti.

Tenía tanto que a veces maldigo mi suerte
a veces la maldigo por no seguir contigo.

Tenía tanto que darte tantas cosas que contarte
tenía tanto amor guardado para ti ,
tenía tanto que darte tantas cosas que contarte
tenía tanto amor guardado para ti.


lunes, 15 de septiembre de 2008

Madrid (I)

Jueves 11, son las 12:30 y acabamos de llegar a Madrid, concretamente al Campo de las Naciones. Hoy toca paliza en IFEMA, se celebra BISUTEX y hay que ultimar las compras para esta temporada y ver si encontramos algo nuevo que merezca la pena.

Hay poco ambiente en los stands y el tema de conversación es "la crisis". Llevamos el itinerario preparado y esto, unido a la escasez de visitantes, hace que los pedidos vayan a buen ritmo. ¡Mejor!, andar sobre estos pasillos enmoquetados hace que los pies se calienten y empiecen quejarse.

¡Coño! ¿Este no es...? Sí, el de "Amigo Félix" y otros hits, como el "Coco Güa-Güa", pues sí, era él, con los amigos de Ciclón.

Ultima hora de la
tarde, acabamos de terminar con el último proveedor y el TomTom nos lleva por la Gran Vía en dirección a la Antigua Posada del Pez, que, como su nombre indica, se encuentra en la calle Pizarro (?), en Malasaña.

Habitación doble, con parking, desayuno e IVA incluido, 80,00 euros. ¿Por qué nos quedamos aquí? Porque los hoteles en Madrid, de lunes a viernes y en período de Feria, tienen unas tarifas abusivas, superando los 120,00 euros como mínimo y con la cara de cobrarte más de 20 por el parking y 15,00 por un café con una tostada de pan de molde. Así que pasamos de NH o de AC y que sigan quejándose de tener menos ocupación que el año anterior.

El hostal no está malejo, la decoración es 100% Ikea, la cama y la ducha están bien, tiene wi-fi gratis, A/A y el desayuno mejor que muchos hoteles de cuatro estrellas que te ponen muchas tonterías para desayunar, pero el café es "agua-chirri" de máquina.

Sólo un par de cosillas: la habitación estaba limpia, pero siempre se puede mejorar, y el soporte de la ducha lo debió colocar el mismo que lo instaló en el hotel japonés de Lost in Translation, donde Bill Murray las pasó canutas para ducharse. De todas formas ya le he echado el ojo a otro, el OXUM, que está en Hortaleza, en pleno Chueca, y tiene muy buena pinta.

Después de tantas horas de moqueta y aire acondicionado, lo mejor era darse una vueltita por Callao y Gran Vía para despejarse (hacía un airecillo fresco quita-modorra muy bueno), antes de cenar algo en Larita (Corredera Baja de San Pablo, 19, junto al Teatro Lara) o Clarita, porque parece que por algún motivo misterioso le han añadido una "c". El sitio está bien, bastante agradable, como el servicio, y la decoración me recuerda a un aula de una escuela antigua, con una pizarra grande al fondo.

Lo que pedimos estaba bueno, pero la carta era bastante escasa y los postres te los cantan, pues no aparecían en la misma. Y como no hay nada que me fastidie más que tener que elegir los postres al vuelo, con el camarero esperando, pedí un café.

De ahí, atravesamos Fuencarral y Hortaleza y nos sentamos en Del Diego, donde dicen que ponen los mejores mojitos de todo Madrid. Aunque sólo sea por volver a un sitio especial o por ver la gente que se mueve por allí, merece la pena.

Bueno, dejo ya de escribir que es tarde (ya es martes 16) y esta noche ha sido completita: he hecho una fideuá para mañana mientras se iban cociendo las lentejas para el miércoles, he vuelto a usar la freidora para la cena y hemos visto el primer capítulo de la primera temporada de Los Sopranos (creo que me va a gustar). Ah! Tengo que tender la lavadora, de lo contrario mañana la ropa olerá "a toalla mojá"(*). El polo lo plancharé cuando me levante.



(*) Dícese del olor a humedad en la ropa, el mismo que se produce cuando dejas una toalla húmeda varios días en el maletero del coche, de ahí la expresión tan conoida de "huele a toalla mojá". También le suele pasar a los que se ponen, por las prisas, la ropa sin estar totalmente seca o cuando la han dejado tendida en sitio húmedo durante varios días.


viernes, 5 de septiembre de 2008

Atrapado en el tiempo (y3)

7:45 de la mañana, se activa la alarma del móvil y comienza a sonar..."I got you baby", la canción que atormentaba día sí y día también a Bill Murray en el día de la marmota. Me quedo mirando al techo y me pregunto cómo puede ser ya esa hora si hace nada estaba despidiendo al representante de Paramitas y de La Casita de Wendy después de comprarle la colección de verano 2009.

Pues sí, ya es viernes, tienes que levantarte y hacer lo de todos los viernes. Pues no, este viernes va a ser distinto, ¿por qué?, ¡ay, amigo!, porque como además de trabajador por cuenta ajena te metiste a empresario (sin tener dinero, que es lo peor), esta tarde te toca pintar la fachada de la tienda, la puertita, empezar a abrir las 10 ó 12 cajas que te han llegado esta semana con lo nuevo (hoy llegan las de Yokana, por si había pocas), guardar lo que ha sobrado de verano en esas mismas cajas y... ¡tachín! ¡tachín! cuando cerremos hoy, dejar preparado una de las paredes porque mañana a primera hora me estará esperando el amigo rodillo con 6 kilitos 6 de pintura, para darle una manita a la tienda.

Así que mañana sábado toca vaqueros, camiseta vieja y ¡a sudar un poco!. Y el domingo supongo que el Señor nos perdonará una ausencia más, pero si él pudo descansar la semanita que trabajó, nosotros echaremos el resto y colocaremos las nuevas colecciones de ropa, bolsos,..., en la tienda que todavía olerá a pintura.

Y el lunes, Día de Extremadura, a descansar e ir preparando las cosas que el jueves marchamos para los madriles. Por cierto, mucha crisis, mucha crisis, pero los hoteles no bajan la tarifa, es más, en época de Ferias la suben.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Rumores

Cuando estábamos en la Facultad, aquellos maravillosos años (ahora debería sonar de fondo Joe Cocker y su "With a Little Help From My Friends") a finales de los ochenta y principios de los noventa: más de tres meses de vacaciones, empezabas a estudiar después de Navidad, fiestas, vespas, día del universitario, despacho para tertulias, cafés,..., nuestro amigo Fol era un auténtico maestro en crear historias que, por la forma de contarlas, se convertían en realidad a los ojos del que las estaba escuchando, siempre con algún compañero de clase como protagonista.

Muchas de estas historias hubo que desmentirlas rápidamente, pues iban enriqueciéndose conforme pasaban de una persona a otra y perdían la gracia e inocencia inicial.

Hace poco, al entrar en una sucursal bancaria, me encontré con un antiguo compañero de universidad. El caso es que él me saludó por mi nombre, pero yo no pude hacer lo mismo, porque sólo recordaba el mote que le pusimos en su día, capitán Furillo, sacado de la serie de los 80 "Canción triste de Hill Street". Es más, tendría que buscar la orla para mirar su nombre real, ya que creo que nunca lo supe.

Todo esto viene a cuento porque he leído que el ex-presidente Aznar ha tenido que emitir un comunicado desmintiendo que él sea el padre del futuro hijo de la ministra francesa Rachida Dati, por lo visto, todo fruto de un rumor del que se ha hecho eco como noticia un diario de Marruecos.

Ayer, a la hora del almuerzo, mi Manu me contaba que mi hermana Geli había visto el otro día a una chica, clienta y conocida mía desde aquellos maravillosos años, acompañada por su grupo de amigas de toda la vida y que iba con la cara compungida; bueno, al parecer, iba llorando (no sé si esto último es ya un "enriquecimiento" de la historia o era la realidad).

Mi Manu decía que era la segunda vez que la habíamos visto con sus amigas y sin su marido este verano. Entonces yo añadí que precisamente hace 2 ó 3 días me crucé con él: yo iba con mi perro y él solo, haciendo footing.

- "¡Ya está!, eso lo confirma todo", exclamó mi Manu.

- "¿Por qué?", dije yo, "porque el muchacho ronde la cuarentena y haga deporte, no quiere decir que esté en plena crisis y haya roto con su pareja", comenté entre risas más que cómplices.

Pues ya está montado el rumor, el siguiente paso sería contar que últimamente siempre la hemos visto sola, sin su marido, con sus amigas cuarentonas, y que a él también lo hemos visto sólo y ¡haciendo deporte!, lo que significa a su edad que está en plena crisis y que seguramente pronto lo veremos con una chica más joven que él ayudándole a elegir su ropa en el Kiddys Club o en Marco Aldany cambiando el corte de pelo que siempre ha llevado o tiñéndose las canas.

Pero esto no es nada comparado con lo ocurrido cuando nos llegó a la oficina el rumor de que a una compañera de trabajo el marido le había pegado y ella estaba ingresada. Durante los primeros días, el rumor se fue extendiendo y enriqueciéndose, alcanzando unas cotas de realismo que ríete tú de "Te doy mis ojos". El presunto Luis Tosar pasó de ser buena gente y agradable a maltratador frío y malo, malísimo de la muerte, con la suficiente caradura como para dejarse ver por la empresa donde trabajaba su maltratada esposa. Recuerdo comentarios de todo tipo, insultantes hacia su persona y alguno como que lo que se merecía era una buena paliza por lo que había hecho.

¿Y qué había hecho? Pues realmente nada malo, pues lo que hizo fue acompañar a su chica a urgencias porque tenía un fuerte brote de esquizofrenia y quedó ingresada, por lo que la mala cara no era por ser una maltratador, más bien por lo que estaba sufriendo al tener a su pareja ingresada con este tipo de enfermedad.

Así que, cuidado con los rumores, que algunos los carga el diablo, aunque otros tienen su gracia y pasan a convertirse leyenda urbana, como el submarinista que apareció chamuscado en lo alto de un árbol después de un incendio forestal o los cocodrilos en las alcantarillas de Nueva York o quien no ha visto desaparecer un filete de ternera después de dos días sumergido en Coca Cola, la misma que utilizan para limpiar motores o desenroscar tornillos oxidados. Como diría Rafaela: rumore, rumore, rumore.








miércoles, 3 de septiembre de 2008

martes, 2 de septiembre de 2008

Atrapado en el tiempo

7:45 de la mañana, se activa la alarma del móvil y comienza a sonar "Talk" de Coldplay. ¿Por qué esta canción? Me gusta el comienzo, la puse hace tiempo y no me he molestado en cambiarla. Me levanto, supongo que siempre apoyo el mismo pie y creo que doy el mismo número de pasos hacia el baño. La misma mala cara me mira desde el espejo mientras hago los mismos gestos de todos los días: enciendo la radio, aparece Carlos Herrera (señal de que no es festivo), cojo la espuma de afeitar, la cuchilla, primero el moflete derecho, y sigo haciendo los mismos movimientos que llevo haciendo desde hace meses, años.

La ducha, el desayuno de pie en la cocina bajo el reloj de Ikea, el beso de despedida, la caricia al amigo Yako, el camino al garaje, el recorrido al trabajo, los buenos días,..., y así hasta las 21:00 horas con el cierre de la tienda, el recuento de la caja, la copia de seguridad, la vuelta a casa, la cena (rica ensalada, nada de bocadelia), hoy es lunes ¿CSI? ¿Grissom en Las Vegas? ¿Horatio Caine en Miami?

7:45 de la mañana, se activa la alarma del móvil...

¿Atrapado en el tiempo? ¿Atrapado en la rutina? ¿Atrapado por las obligaciones?

1 de septiembre, comienza un nuevo curso, una nueva temporada (la de otoño/invierno), matrículas en el gimnasio, colecciones en los kioskos, objetivos renovados, las mismas promesas incumplidas,...

Un único objetivo: romper con la rutina. No hace falta vender el piso y comprarse otro, o cambiar el coche de nuevo, o comprarse la moto, simplemente, pequeños cambios. Ya los hice en junio y vinieron bien. Ya los hice en vacaciones y vinieron mejor. Ahora llega este mes, sin duda, el más feo del año, los días se hacen más cortos y la gente sólo habla de los colegios, de los libros y de cuándo tendrás todo lo nuevo en la tienda, como si lo fuera a comprar todo este mes.

Ayer no vi CSI, preferí dejar que Jesús Calleja, de Desafío Extremo, me enseñara el Kilimanjaro, sus alrededores, la ruta de la cocacola, el mal de altura ("beber y mear, mear y beber"). Cambiamos los laboratorios, los ADN, las huellas digitales,..., por un paisaje abierto, ahora sabana, ahora desierto, ahora nieve. Ya era hora de dejar a un lado al guionista peliculero para recuperar la realidad, pero contada de otro modo, más informal, con la cámara la hombro, que uno también está cansado de los rígidos documentales de la 2 y de escuchar siempre la misma voz en off.

Por eso me gusta descargarme los programas de "Desafío Extremo" y de "Callejeros" de Cuatro, de "Planeta Finito" de la Sexta o los antiguos de "Lonely Planet" (o "Pilot Guides") que presentaba Ian Wright, siempre saliéndose de las rutas de las guías de viaje clásicas para encontrar rincones singulares en los sitios que visitaba. De ahí que, siempre que preparamos un viaje, lo primero que compro es la última edición de la guía de Lonely Planet, las que menos fotos tienen, pero las que incluyen más información de la que a mí me interesa.

Hoy también romperé la rutina, en el trabajo y en casa, no sé todavía qué haré, pero seguro que cambiaré algo, alguna pequeña cosa.