lunes, 26 de enero de 2009

Reflexiones

Reflexión 1:

¿Por qué hacen la ropa deportiva tan ajustada? ¿Por qué es tan difícil encontrar una camiseta de algodón normalita, de la de toda la vida? ¿Por qué tiene que ser "climate cool" o "dri-fit"? ¿Por qué se te ajustan como una segunda piel?

Reflexión 2:

¿Por qué yo este año he vuelto a usar guantes y me he vuelto a poner el "jersele"? ¿Por el frío?

¿Por qué los que se resisten a reconocer que tienen mi edad o los que tienen la mitad de mi edad van a cuerpo, con el pantalón caído y los lomos expuestos al frío?

Reflexión 3:

¿Por qué era tan simpática la camarera que el sábado en el Café Dadá nos tomó nota de las copas cuando llegamos?

¿Por qué pareció sordomudo o autista el camarero que nos trajo la cuenta en el café Dadá sin haberla pedido y nos la puso sobre la mesa?

¿Por qué llevaba un pantalón con peto cuando le sentaba peor que a mí la camiseta ajustada Nike combinada con los shorts tipo Rafa Nadal?

Reflexión 4:

¿Por qué el sábado pasamos un rato tan agradable cenando y tomando una copa con los amigos Isa y Antonio? ¿Porque cenamos unas "virutas de fuá" o porque me regalaron un viaje a Mallorca por mi 40 cumpleaños? Sencillamente porque no hay mejor momento que el que pasas con tus seres queridos, sean familia o sean amigos.

Reflexión 5:

¿Por qué el domingo me levanté cantando esta canción de la que descocía el título y quién la cantaba?




sábado, 24 de enero de 2009

"París, je t'aime"







Un viaje inolvidable.



Esto es Viena, pero París también me recuerda a Interrail y a amigos, y ellos quedaron en verse en París seis meses más tarde, ¿cumplieron su promesa?

viernes, 23 de enero de 2009

Tengo...

Son las 10 y pico. Me acabo de servir un café, tengo a Herrera en la Onda, el radiador debajo de la mesa, los papeles de ingresos y extractos de Caja Madrid, expedientes de vehículos matriculados (menos que otros años), el lápiz recién afilado (disfruto con la liturgia de afilar el lápiz y olerlo después, ese olor a madera me trae buenos recuerdos), la agenda, el calendario de SEUR, la webcam apuntándome con la mirada, la hp, el memento contable y el memento fiscal, el air-wick que perfuma cada x minutos, la regla faber-castell verde para puntear los listados, el ratón,..., en definitiva, los objetos que me acompañan a diario y que casi siempre encuentro en los mismos sitios.

Hoy hace menos frío, pero el día amaneció gris. Entro en el blog y veo que tengo varios post guardados, pendientes de publicar, pendientes de finalizar. Apenas restan 4 horas para que empiece el fin de semana: viernes, sábado, domingo, ¡osvaldo! (algún día llegará olsvaldo). Este finde toca trabajar en casa, cerrar el IVA del 4º Trimestre y el resumen anual, pero en casa se trabaja de otra manera y me apetece tomarme unas cañitas mañana y salir por la noche o ir al cine, que hay varios estrenos chulos, que el fin de semana pasado en Madrid no dio tiempo ni a entrar en Madrid.

Tengo que darle un acelerón a "Asesinos sin rostros", que está en lo mejor, y comprarme otro, que me ha enganchado el tal Mankell y el inspector Wallanger. Tengo "Buenos Días y Buena Suerte", del Cloney-Nespresso, que tiene buena pinta. Tengo muchas cosas, pero tengo poco tiempo.

Creo que me voy a pillar 15 días de vacaciones a finales de febrero. Tengo en duda todavía si hacer el Camino de Santiago desde Astorga (asignatura pendiente desde este verano) o estirancarme en casa esas dos semanas y tocarme el botafumeiro. Tengo que empezar a andar/correr de nuevo.

Tengo que ir a Sevilla con mi Manu, tengo que ir a Puebla de Guzmán a agujerear la casa nueva de mi hermana ocupa, tengo que volver a Galicia, tengo que volver a viajar.

Tengo... que seguir trabajando.




Nota: ¿qué pasa? ¿es que no me puede gustar esta canción?



"Amanece que no es poco"

Difícil seleccionar una escena, una frase, un personaje, sin duda, una de mis películas preferidas y que todavía hace que me ría a mandíbula batiente. Todo están geniales, pero es difícil mejorar al Guardia Civil que interpreta José Sazatornil o al cura de Cassen o al propio Luis Ciges.

Y para muestra...




jueves, 22 de enero de 2009

"Vendrán Días", Manolo García


En estos tiempos de crisis, no viene mal un momento de relax, momento Suntory (como decía Bob Harris en Tokyo), delante de la pantalla del ordenador, con los cascos conectados al iPod, escucha esta canción mientras vas leyendo la letra
.


Vendrán días en que el peso que hoy te abruma se hará liviano.
Vendrán días en que ese peso ya no será carga sino bagaje.
Vendrán días, han de venir.
Porque un alma que alberga sentimientos viles no brilla
y un alma sin brillo es un tiempo marchito para quien lo soporta.
Déjame que escuche esa guitarra que me falta el aire,
que hoy necesito besar otros labios creyendo que beso tus labios.
Déjame perdido en negra noche que hoy el dolor duele,
que hoy necesito buscarte sin miedos, en otros rostros buscarte.
Llega el tiempo que en tu campo amado plantarás pensamientos.
Junto al pozo de tu huerta enjambres de madreselva.
Y esa calma, esa calma te ha de ayudar.
Porque un alma que mora en la sala de los pasos perdidos
es la furia vencida, cáscara vacía de un dolor exacto.
Déjame beber de ti en los labios de mujer extraña,
que hoy necesito el calor de unos brazos
que apaguen mi vana esperanza.
Déjame desnudo de recuerdos. No los necesito.
Que hoy necesito buscarte sin miedos, en otros rostros buscarte.
Dame un lenguaje sin palabras para abrigarme que tengo frio.
Dame besos y caricias olorosas y descalzas.
Dame un mundo sin palabras que yo respire porque me ahogo.
Dame besos y caricias sinceras o mercenarias.
Déjame que escuche esa guitarra que hoy me falta el aire,
que hoy necesito besar otros labios creyendo que beso tus labios.
Déjame perdido en la noche que hoy el dolor duele,
que hoy necesito buscarte sin miedos, en otros rostros buscarte.
Déjame que escuche esa guitarra que hoy me falta el aire.





Nota: Quizá le letra sea un poco complicada para los seguidores de La Oreja de Van Gogh o de Carlitos Baute. Excuse me!

miércoles, 21 de enero de 2009

El Duque vs. Tony Soprano

"Un Hombre que no pasa el suficiente tiempo con su familia no merece ser llamado hombre", Don Vito Corleone.

No es mi intención hacer una tesis enfrentando a El Duque con Tony Soprano, porque no hay comparación posible, sería como comparar a Juan Diego Botto con Sean Penn o a Elsa Pataki con Audrey Hepburn o a la suma de Carlos Baute y David Civera con el señor Springsteen.

El primero se piensa que modificando la voz, haciendo una mala imitación de la de Don Vito Corleone, al que Mata y yo llamamos Padrino, ya es sufiente para dar el pego como mafioso. A eso le sumas la tableta de chocolate del pecho, una mesa de billar, un par de ayudantes con caras de malo, el sudamericano de turno, el policía que antes era del Samur de Hospital Central y varias sin tetas y ya tienes montada la historia: chico bueno que, por circunstancias de la vida, se dedica a negocios malos conoce a chica buena sin tetas y son perseguidos por el poli bueno y los sudacas malos, con un final a lo Bonnie and Clyde, en el que sobrevive Bonnie para poder rodar otra temporada.

Esto, comparado con los Soprano, no hay por donde cogerlo. Y eso que todavía voy por la primera temporada y son seis.

En varias ocasiones, Elvira Lindo se ha referido a la atracción que siente por Gandolfino, el actor que interpreta a Tony Soprano: ni guapo ni feo, poco pelo, bastante entrado en carnes, con una voz normal, es decir, todo lo contrario a El Duque, y con una rotunda presencia, por llamarlo de alguna manera, cuando se pasea por la cocina en calzoncillos o con el albornoz blanco.

Yo también reconozco que me siento atraído, no por Gandolfini, sino por Tony, el personaje: un tipo serio, con valores, en el que la familia es lo primero, amigo de sus amigos y enemigo de los enemigos de sus amigos, bastante madrero, todo hay que decirlo, y muy sensible, con una sensibilidad que en muchos momentos le puede y lo mismo se emociona viendo unos patos bebiendo en su piscina que le rompe la cara a un matón por haberse mofado de su hija. Y, como le dice a su psiquiatra, dedicado a sus "negocios de deshechos en medio ambiente".

Un tipo con talante, que sabe solucionar los problemas de la familia y que es agradecido con sus amigos. Ahora entiendo por qué la mayoría de los hombres prefieren a Tony Soprano antes que a El Duque, con más seguidores en el ámbito femenino.

Una muestra del talante de Tony y un recordatorio de lo peligroso que puede ser llevar un dobladillo en el pantalón (quién yo me sé, seguidor de este blog, sabe bien el riesgo de usarlo):



Y otra muestra de que uno puede ser tranquilo hasta que te tocan "los dobladillos":



He intentado buscar alguna escena significativa de El Duque, pero en youtube todo lo que hay es del tipo "El Duque en calzoncillos", "El Duque recién duchadito", "El Duque y Cata",..., lo que deja patente que la calidad del guión y la calidad interpretativa de sus protagonistas no son las mejores bazas de la serie.



Lo que daría más de uno por vivir esos momentos Soprano o Padrino en la parte trasera de un bar, rodeado de tipos como Luca Brasi, de los que ya no quedan, conocido por hacer él solo cualquier trabajo, sin ayuda de nadie y sin testigos.



Por no hablar de El Savoy, de Ernie Loquasto, "un local nocturno, un poco de luz a oscuras en medio de la gran ciudad, por donde desfilan tipos corrientes y fulanas pasmadas", con su corista Terry Shelton, su inspector Fuller, el periodista Chester Newman, el pianista Larry o el ex-boxeador Sony Sweet Sullivan, del que contaban que el hueso más duro de su rostro era la cereza del martini. Todo salido de la imaginación de José Luis Alvite.


martes, 20 de enero de 2009

El Superintendente Vicente

El viernes pasado me tomé un (*) Coca Cola en Trujillo, camino de los madriles, no fuera ser que me hicieran soplar o pusiera en peligro nuestras vidas y las del resto de conductores de la A-5 por tomarme una cañita Mahou.

El sábado, a las ocho de la tarde, al salir de la Feria, me tomé una copa de cerveza Kaliber en un Vips cercano a IFEMA, no fuera ser que me hicieran soplar o pusiera en peligro nuestras vidas y las del resto de conductores de la M-40 por tomarme una cañita Estrella Damm.

El domingo me tomé una cafelito en Xanadú antes de partir para Badajoz (con una palmera de chocolate, todo sea dicho), no fuera ser que me hicieran soplar o pusiera en peligro nuestras vidas y las del resto de conductores de la A-5 por tomarme una cañita Staropramen.

El lunes me entero que el Superintendente Vicente de la Policía Local de Badajoz provocó de madrugada un accidente al ir en sentido contrario por una rotonda, chocando frontalmente con otro coche cuyos ocupantes resultaron heridos. El "Súper" dio positivo, pero no por una cañita o por una palmera de chocolate, dio entre 0,80 y 0,90, el triple de lo permitido.

El mundo al revés, el que supervisa los controles de alcoholemia en la ciudad (las Navidades pasadas por poco me pillan a la altura de Correos, después de haberme tomado unas cañas con el amigo Mata) dando positivo y poniendo en peligro la vida del resto de ciudadanos, porque todos sabemos que a las rotondas se entra como se pueda y se sale cuando te dejan, pero de ahí a cogerla en el sentido de las agujas del reloj.

Y hablando de cervezas...



Y hablando de fines de semana...



(*) Sí, está bien dicho, UN coca cola, UN fanta,...

viernes, 2 de enero de 2009

40

Falta un día y parece que fue ayer cuando hace 40 años asomaba el cabezón (nunca mejor dicho) a menos de 100 metros de donde ahora está STRASS, en el paritorio de la Cruz Roja, después de darle a la mía mamma unas cuantas horas de sufrimiento, al parecer, debido a la enorme y desproporcionada cabeza.

Creo que soy el primero del grupo de amigos que llega a esa edad (bueno, todavía faltan unas horas, toquemos madera) y pensaba organizar algo especial para celebrarlo, pero creo que no voy a celebrar nada, ¿por qué?.

Sencillamente, porque no me apetece, no tengo ganas, quizá sea el cansancio acumulado estos días, quizá el empacho de estos días, quizá el que no deja de ser un cumpleaños más. Además, quiero dejar para más adelante el momento en el que nos reunamos los amigos y empecemos a recitar de memoria alineaciones de gloriosos Atleticos de Madrid, Reales Madriles o Barcelonas: "con el 1, Buyo; con el 2, Chendo; con el 3, Contreras, el rifle del manzanares;..."

Mi hermana Geli, que es una novelera, se empeñó en darme su regalo en las primeras horas del 2009, ¡no podía esperar!. Yo creía que era un disco especial de Pitingo, o una colección de autorretratos de Sergi Arola, o las mejores aventuras de Don Alvaro de Marichalar y su moto acuática, o..., pues no, se presenta con una bolsa del FNAC (?) que contenía "Conversaciones con Woody Allen", un libro muy bien presentado con las conversaciones mantenidas durante dos años sobre su vida y obra. Muy interesante.

Y, a continuación, el regalo de mi madre: "Gracias por elegirme", de Los Secretos, doble CD y doble DVD que ya había descargado del emule y había hecho mi propio mix con las colaboraciones de "jóvenes promesas" como Manolo García, David Summers, Miguel Ríos, Fito, Sabina,..., y la siempre excepcional Eva Amaral. Sólo faltaba Antonio Vega.

Impresiona ver las Ventas llena de gente cantando todas las canciones y lo bien realizado que está el dvd. También impresiona la cantidad de "cartonaje" (*) que se ve entre el público masculino, pues la edad media estaría por encima de los cuarenta, seguro. Y también llama la atención la memoria de los que estábamos en casa que, pese a no ser todos de la misma generación (mi madre es sólo unos años mayor que Miguel Ríos), recordábamos las letras de las canciones. Nunca fui mucho de Los Secretos, me parecían los más tristes de "La Movida", pero hay canciones que siempre estarán ahí: "Buena chica", "Déjame", "Por el bulevar de los sueños rotos",...

Dos regalos para una persona mayor, una persona mayor a la que su sobrino Javi de apenas 10 años le había ganado 8-0 en una Barça-Madrid (hasta Henry marcó) en la Play unas horas antes y que tuvo que aguantar el bochornoso espectáculo de tener que pasar por debajo de la mesa del salón como penitencia por haber encajado más de 5 goles.

En fin, y hoy día 1, pasando la aspiradora en la tienda y colocando los carteles de las rebajas, mientras mi Manu sacaba fuerzas de no sé dónde para reponer y colocar de nuevo las vitrinas y los percheros. Mientras, nadie pasa por la avenida y las únicas luces que se ven son las de "los chinos" que les da igual que sea Navidad a Año Nuevo, ellos siempre están ahí.

Aquí el maestro Sabina, hecho un figurín, con sus levis blancos talla 34, disfrutando como un niño.



(*) Cartonaje: m. dícese de la parte del cráneo que comienza a aparecer debido a la falta de pelo, cuando el folículo piloso es pequeño y no crece el pelo. Habitualmente va relacionado con la edad del macho. Expresión popular: "se te ve el cartón".