viernes, 3 de abril de 2009

Nadie sabe nada

Así empieza la columna que publica hoy El País de Juan J. Millás, haciendo referencia a si fuera verdad que nadie sabe nada sobre la crisis y sus soluciones. Primero, decir que si bien han bajado el precio del desayuno (1,20€ café y media tostada), por otro lado me han cobrado 1,20 por el periódico. Es decir, en marzo baja la inflación y en abril sube el periódico 10 céntimos.

Recuerdo que "en otra época", cuando subía el periódico, proporcionalmente subía el número de páginas y contenidos. Ahora, en crisis, suben el precio y bajan el número de páginas, por lo que al final te queda un cuadernillo tipo Iglesia en Camino y otros folletines.

Volviendo al tema de la crisis, lo único que sabemos es que el paro ha vuelto a subir en marzo (y mucho, por más que quieran suavizarlo), que han bajado los tipos (que no todas las hipotecas), que se mantienen más o menos los precios (normal, después de las brutales subidas de los últimos años y de que las nóminas no hayan subido), que el pesimismo y el miedo está presente en todas las conversaciones (salvo algunos privilegiados y salvo los que se enriquecieron a costa de los demás y con la complaciencia de los que gobernaban, unos y otros) y que nadie sabe cómo salir de esta situación.

Por mucho G-20 y el resto de invitados (ZP) que se junten y terminen todos contentos, por mucho mensaje institucional de optimismo (sin ninguna credibilidad), por mucho Obama, por mucho Fondo Monetario Internacional o Paraísos Fiscales, el caso es que desde que terminó la reunión en Londres muchos se han quedado en paro, muchos han echado el cierre y la mayoría sigue con el culete encogido por el miedo, pese a algún optimista que ve en la subida de ayer de la Bolsa el comienzo de la recuperación (¡inocente!).

Así que haremos como la Reina de Inglaterra con Obama, en la próxima boda y en la próxima comunión que tengo en mayo regalaré una foto mía dedicada, para que se acuerden de mí.


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