Pues me acabo de tomar media catalana con un café con leche, eso sí, con tomate natural extremeño y aceite de oliva virgen extra también de mi tierra, así que de Cataluña, el nombre.
Lo difícil sería al contrario, intentar tomarme una extremeña, con su jamoncito ibérico de bellota Dehesa de Extremadura, con productos catalanes (fuet, espetec, es decir, la longaniza de toda la vida).
Pero es de tonto ponerse a la altura de este paleto que ha intentado ofender a los extremeños solicitando que nos adopten los catalanes.
Supongo que todo habrá sido una campaña de "marketing viral" para difundir su blog, ya que estará cansado de ser el único que lo lee. Pues chaval, eso es lo que hay, el 99% de los blog sólo lo leen el que lo escribe y la madre o la hermana del autor. ¡Ni siquiera las parejas nos leen!.
Así que, para la próxima vez, antes de escribir sobre un territorio, lo mejor es que se documente un poco, porque de lo contrario volverá a hacer el ridículo, como lo ha hecho ahora. En Extremadura no necesitamos que nadie adopte a nuestros "nens", es más, somos los extremeños los que salimos a adoptar chinos, rusos, africanos, sudamericanos,..., incluso supongo que más de uno nacido en Cataluña o en Madrid o en Segovia tendrá padres adoptivos extremeños, ¿qué más da?
Como recomendación a tanto tonto que siempre está con la "defensa de Cataluña contra los ataques de los anticatalanistas" (sólo por interés personal) que viaje un poco más, que visite otros pueblos, otros países, que seguramente eso le servirá para ver más allá de su ombligo. Además, él tiene la ventaja de disponer de "embajadas" de Cataluña en el extranjero, como la que dirige el "cónsul" Carod-Rovira (hermano de Josep Lluis) en París, cosa que los extremeños no podemos disfrutar, quizá porque preferimos invertir ese dinero en cosas más útiles para nosotros, ya que, para embajadas, tenemos las españolas que pagamos entre todos.
¿Entre todos? Sí, entre todos, porque con el sistema actual no tributan las Comunidades, tributan las personas (físicas o jurídicas). Otro tema sería cambiar las reglas del juego y entonces veríamos cómo salen las balanzas fiscales por Comunidades, porque con la situación actual, entre lo que me retienen en la nómina y lo que pago de impuestos indirectos, lo mismo soy yo el que tiene que adoptar a este tonto, y a mi edad no tengo ya paciencia para educar críos con barba y entradas.
En fin, que yo debería estar pensando en lo que me voy a llevar a la playa en lugar de escribir sobre semejante paleto, porque yo no tengo ningún problema en veranear en las playas andaluzas de Almería, desayunar mi sobao pasiego del Valle del Pas, tomarme mi helado valenciano y mi cervecita catalana Estrella Damm en el bar navarro Iruña, servida por una simpatiquísima camarera ukraniana.