En tres semanas, tres kilos. Pues sí, tanta Eurocopa, tanto sentirse español, tanto calor y un par de escapadas a la costa portuguesa es lo que tiene, que mezclas la Heineken y la Superbock con algún que otro helado de chocolate (con trocitos de chocolate) y te salen tres kilos como los tres soles.
Así que el lunes, a andar, acompañado por mi Manu, y esta noche, también, acompañado por mi iPod, que me pincha las canciones a su antojo, como una radio fórmula en la que todas las canciones las eliges tú.
Empecé con Amaral, pero a medio camino ya había escuchado a REM en directo, al bueno de Manolo García deteniéndose en las miradas, Ariel Rot a dúo con Bunbury, una versión del Romeo And Juliet interpretada por The Killers y a Nena Daconte en un acústico encontrado en el bendito emule. En esto estaba ya cruzando el Guadiana por el Puente de la Universidad, con esa sensación de mareo que siempre me produce mirar hacia el río.
Dejo atrás El Casino y me fijo en dos vayas publicitarias: una con la sonriente Martina Klein anunciando que las rebajas de El Corte Inglés de esta temporada son como nunca la has visto (no creo que se refiera a la poca afluencia de clientes que tuvieron ayer, primer día de rebajas) y, junto a ella, un joven anunciando productos de limpieza, también con una sonrisa que se adivina perfecta, de no ser porque el operario de turno, a la hora de pegar los paneles de la valla, ha superpuesto dos de ellos justo a la altura de la boca, deformándole el gesto y dejándole al joven una sonrisa con dientes de conejo.
En ese momento suena en el iPod Marlango, con la "buena" de Leonor interpretando "Hold me tight" y ahí me viene a la cabeza una pregunta: ¿y si todos estos perros felices que han sacado a pasear a sus dueños o todas estas parejas jóvenes y mayores que pasean por el río o esta chica con la que me cruzo que me recuerda a Soraya, la niña de Rajoy, o el resto de gordit@s que cumplen su penitencia diaria están todos interpretando un papel como en El show de Truman?
Mientras atravieso el Puente Viejo, con la Puerta de Palmas al fondo creciendo a cada paso que voy dando, y escucho Talk de Coldplay (mi sintonía de todas las mañanas a las 07:40h.), intento intercambiar miradas con las personas que me cruzo y noto cierto nerviosismo o duda en algunas de ellas, como si fuera a descubrirles el micro o el pinganillo que llevan oculto.
Da igual, que filmen lo que quieran, ahora voy cantando en silencio The Whole of The Moon, versión en directo, de The Waterboys, del LP "This is the sea" (1985), que guardo en vinilo como unos de mis más preciados tesoros, pues me trae buenos recuerdos de hace 23 años, cuando yo tenía 16. Todavía conservo una "mussicassete" que me grabó el amigo Fol con The Smiths por la cara A y The Waterboys por la B (espero que no lea esto Ramoncín o la SGAE, no sea que me quieran cobrar el canon con intereses).
Esto del shuffle del iPod es lo que tiene, que te salta de una canción del siglo pasado a otra que acaba de editarse, con la Mala Rodríguez y la buena de Julieta Venegas diciendo que soy para ellas. Me gusta mucho esta versión y con ella llego a casa, internándome en el Chueca pacense y dejando atrás la recién inaugurada estatua de Manuel Godoy.
Y, ahora, a cenar, que me lo he ganado.
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