martes, 29 de julio de 2008

"Sexo en Nueva York"

No sé si este blog va por buen camino con estos temas, pero es que a mí la poesía como que no, que no me sale, soy más de prosa, ¡qué le vamos a hacer!, así que la dejaré para otros blogueros.

Había leído que "la crítica" había destrozado la película "Sexo en Nueva York", poniéndola de todo menos de bonita. Así que no tenía más remedio que ir a verla, era una obligación después de ver las seis temporadas, casi de un tirón, en un verano de hace unos años.

El que vaya a ver esta película buscando escenas dramáticas de gran intensidad, pues como que no las va a encontrar, porque si por algo se caracterizaba la serie es que hasta en los momentos más difíciles, como cuando a Samantha le detectaron un cáncer, seguía su camino desenfadado y dando prioridad a cosas más superficiales, como unos zapatos o un buen vestido de marca.

La verdad es que se les nota el paso del tiempo y supongo que lo mismo pensarán ellas cuando nos hayan visto sentados en las butacas, pues diez años son diez años. Carrie sigue tan o más huesuda y tan fashion-victim (dicen que se cambia 81 veces de vestuario en las dos horas y media de la película) y ahora tiene un Mac metalizado (con lo que me gustaba a mí el negro con la manzana blanca). Charlotte, igual de pava, nos enseña que no se debe beber agua directamente del grifo en Méjico. Miranda, obsesionada con su trabajo y desjando algunos "pelillos a la mar". Y Samantha (mi favorita, sin duda) pese a cumplir los cincuenta sigue que con su instinto depredador intacto.

Los únicos que parecen haber firmado un pacto con el diablo son los amigos gays, porque Mr. Big también se ve mayorcito.

En fin, que más que una peli son cinco capítulos de lo que sería la séptima temporada y, además del MAC, no faltan los cafés del Starbucks, los Luisvuitones, la revista Vogue, las reuniones de las cuatro en sitios "chics" para comer y los paseos por las calles de Nueva York.

Seguramente tendría que estar escribiendo sobre los fichajes de la liga de fútbol de este año o sobre la lista de las chicas más sexys del planeta, pero tampoco pasa nada porque reconozca que me lo pasé pipa viendo las seis temporadas de la serie, aunque supiera que nunca (never again) podré pasear por Manhattan subido a unos "manolos".



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