martes, 2 de septiembre de 2008

Atrapado en el tiempo

7:45 de la mañana, se activa la alarma del móvil y comienza a sonar "Talk" de Coldplay. ¿Por qué esta canción? Me gusta el comienzo, la puse hace tiempo y no me he molestado en cambiarla. Me levanto, supongo que siempre apoyo el mismo pie y creo que doy el mismo número de pasos hacia el baño. La misma mala cara me mira desde el espejo mientras hago los mismos gestos de todos los días: enciendo la radio, aparece Carlos Herrera (señal de que no es festivo), cojo la espuma de afeitar, la cuchilla, primero el moflete derecho, y sigo haciendo los mismos movimientos que llevo haciendo desde hace meses, años.

La ducha, el desayuno de pie en la cocina bajo el reloj de Ikea, el beso de despedida, la caricia al amigo Yako, el camino al garaje, el recorrido al trabajo, los buenos días,..., y así hasta las 21:00 horas con el cierre de la tienda, el recuento de la caja, la copia de seguridad, la vuelta a casa, la cena (rica ensalada, nada de bocadelia), hoy es lunes ¿CSI? ¿Grissom en Las Vegas? ¿Horatio Caine en Miami?

7:45 de la mañana, se activa la alarma del móvil...

¿Atrapado en el tiempo? ¿Atrapado en la rutina? ¿Atrapado por las obligaciones?

1 de septiembre, comienza un nuevo curso, una nueva temporada (la de otoño/invierno), matrículas en el gimnasio, colecciones en los kioskos, objetivos renovados, las mismas promesas incumplidas,...

Un único objetivo: romper con la rutina. No hace falta vender el piso y comprarse otro, o cambiar el coche de nuevo, o comprarse la moto, simplemente, pequeños cambios. Ya los hice en junio y vinieron bien. Ya los hice en vacaciones y vinieron mejor. Ahora llega este mes, sin duda, el más feo del año, los días se hacen más cortos y la gente sólo habla de los colegios, de los libros y de cuándo tendrás todo lo nuevo en la tienda, como si lo fuera a comprar todo este mes.

Ayer no vi CSI, preferí dejar que Jesús Calleja, de Desafío Extremo, me enseñara el Kilimanjaro, sus alrededores, la ruta de la cocacola, el mal de altura ("beber y mear, mear y beber"). Cambiamos los laboratorios, los ADN, las huellas digitales,..., por un paisaje abierto, ahora sabana, ahora desierto, ahora nieve. Ya era hora de dejar a un lado al guionista peliculero para recuperar la realidad, pero contada de otro modo, más informal, con la cámara la hombro, que uno también está cansado de los rígidos documentales de la 2 y de escuchar siempre la misma voz en off.

Por eso me gusta descargarme los programas de "Desafío Extremo" y de "Callejeros" de Cuatro, de "Planeta Finito" de la Sexta o los antiguos de "Lonely Planet" (o "Pilot Guides") que presentaba Ian Wright, siempre saliéndose de las rutas de las guías de viaje clásicas para encontrar rincones singulares en los sitios que visitaba. De ahí que, siempre que preparamos un viaje, lo primero que compro es la última edición de la guía de Lonely Planet, las que menos fotos tienen, pero las que incluyen más información de la que a mí me interesa.

Hoy también romperé la rutina, en el trabajo y en casa, no sé todavía qué haré, pero seguro que cambiaré algo, alguna pequeña cosa.








1 comentario:

gelisbeth dijo...

Está claro que si queremos podemos cambiar nuestro "día de la marmota" particular, aunque cuesta.
Saludos!